lunes, 31 de agosto de 2009

Geografía del Miedo, análisis de "La Zona"





El bienestar del ser humano en una ciudad se ve sujeto al bienestar común entre sus pares, la vecindad quizás es el núcleo más pequeño dentro de una ciudad en donde las relaciones humanas ven satisfechas sus necesidades sociales, las buenas relaciones con él o los vecinos del lugar donde habites proporciona una seguridad tanto a tus bienes económicos como a tu propia persona.

Actualmente es política de las comunas crear comités de vecinos contra la delincuencia, como por ejemplo el programa “Vecinos contra el crimen” de la comuna de Las Condes, de esta manera se involucra en forma efectiva a todos los vecinos en la tarea del combate a la delincuencia. Pero cuando estos programas no bastan y la comunidad sigue sintiendo miedo, bombardeada cada día por medios de comunicación que aumentan los niveles de inseguridad, con reportajes que atemorizan y no logran concientizar a una sociedad que día a día ve a través de estos mismos medios como la delincuencia se toma las calles y corrompe los poderes del estado, por esto toman acciones para asegurar su bienestar y el de las personas más cercanas que las rodean, sus vecinos.

Debido al incremento de la sensación de miedo, las vecindades han optado por cerrarse, enclaustrarse como en la época medieval para prevenir ataques barbaros, levantado murallas y colocando rejas. Pero en ocasiones cuando el poder económico lo permite, pequeñas comunidades poseídas por un imaginario en común, como es el miedo, han creado pequeños mundos paralelos y cerrados con el fin de contrarrestar el miedo y la sensación de inseguridad e impedir que se apodere de la comunidad.

En la película “La Zona” se presenta espacialmente una comunidad de vecinos que, con la finalidad de distanciar a sus familias de los peligros del exterior, decide vivir en un conjunto habitacional llamado La Zona, la característica de este conjunto es la independencia del exterior, brindándoles el bienestar y seguridad que el dinero es capaz de pagar.

Geográficamente la distribución de esta “zona” la podríamos representar como una isla, donde la paz y la tranquilidad reina, alrededor de un mundo podrido y devastado por el miedo, muy parecido a la Inglaterra que plasmo Alfonso Cuarón con su film “Children of Men", donde los extranjeros intentaban entrar de manera ilegal a esta nueva Inglaterra libre de toda la corrupción, las guerras y las hambrunas de los restantes países del mundo. Cabe destacar que Cuarón es mexicano, nacido en Ciudad de México y esta ciudad ha servido de inspiración para muchas películas del género ciencia ficción, incluso se han creado neologismos despreciativos como monstruópolis (Musset, 2007), una ciudad abrumada por todos los males de la sociedad moderna: “la superpoblación, los tugurios (viviendas pequeñas) y los barrios de chabolas (viviendas pobres) o asentamientos irregulares, el subempleo, el trabajo informal y la pobreza, la infancia abandonada, la delincuencia y el crimen organizado, la contaminación y las catástrofes ecológicas, etc.” (Tomas, 1999: en Musset, 2007).

El cambio fugaz que produce un quiebre en la tranquilidad de “La Zona” es la entrada de los jóvenes a robar, la sensación de vulnerabilidad y el clima de inseguridad que produjo este hecho genero paranoia entre los vecinos de la comunidad y la forma más rápida de volver a la normalidad era terminar con el asunto lo más rápido posible sin alterar la cotidianidad de sus vidas. Pero trabajar al margen de la ley para apurar los procesos, volver a la tranquilidad y seguridad de sus vidas, fue su error como comunidad. Para una comunidad que vive inmersa en un estilo de cuidad como las sudamericanas que resultan a la vez extrañas y extranjeras, antiguas y modernas, acogedoras y peligrosas (Musset, 2007), es muy difícil distanciarse ya que estas necesitan sustentarse en base al trabajo de otros miembros de la sociedad y de distintas clases sociales, como asesoras del hogar, personal de seguridad, profesores, policías, administradores, políticos p. ej. En las ciudades sudamericanas si bien están delimitadas por clases sociales, esta clasificación es solo una foto, un instante dentro de la normalidad de la ciudad, un instante que delimita a todos los habitantes a estar en hogares y comunidades sin interactuar, pero la vida en movimiento de la ciudad no permite estos momentos de inmovilidad , en todo momento los ciudadanos se desplazan a sus trabajos, como el jardinero que va a trabajar al hogar del dueño de una gran industria que vive en el centro de la ciudad y a la vez el dueño de la gran industria debe desplazarse a la periferia de la ciudad, en donde vive el jardinero, ya que ahí está la industria que él administra. El territorio es medible y cuantificable. Debido a esto sabemos que existen en las ciudades sudamericanas lugares como “La Zona”, lugares aparentemente impenetrables para personas que no son parte de esa comunidad, pero que necesariamente deben interactuar con el exterior para complementar el bienestar que ellos han construidos tras murallas y rejas.

El miedo se ha vuelto un agente de erosión en la ciudad, no solo ha fragmentado a la sociedad sino también ha producido un cambio en el urbanismo, la proliferación de barrios cerrados, las poblaciones impenetrables (esas donde ni siquiera carabineros se atreve entrar), las ciudades satélites, las comunidades ecológicas, etc. Cada uno de los fragmentos de ciudad mencionados posee una identidad o una naturaleza (ya sea negativa o positiva) que los caracteriza, por ejemplo en “La Zona” sabían que las personas que habitaban ahí podían pagar (sobornar) para esconder un delito, mientras que las personas que vivían afuera eran las que cometían los delitos y no podían pagar para esconderlos. Las diferencias que ha producido el miedo, el dinero y el poder en la comunidad ha causado la mala distribución del espacio en las ciudades, los pobres todos amontonados en los cerros o en las periferias sin áreas verdes y los ricos cómodamente en las periferias verdes o en los cerros dominando el paisaje.

A modo de conclusión Rodrigo Pla nos muestra en su film a un hombre-ciudadano, miembro de una comunidad de la cual es participe y capaz de entregar todo por el porvenir de esa comunidad, de sus templos, sus colegios e instituciones que están protegidas por grandes muros hechos de concreto y de la tenacidad de una vecindad que no se dejara sucumbir a los horrores que están fuera de sus muros, que representan los límites entre un mundo de ficción y la realidad, delimitada por imaginarios que los propios personajes son capaces de derribar ocurrido el clímax del film.
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  • Carrión Mena, F., & Núñez-Vega, J. (2006). La inseguridad en la ciudad:hacia una comprensión de la producción social del miedo. 32 (97).

  • IMDB.COM. (s.f.). The Internet Movie DataBase. Recuperado el 29 de Agosto de 2009, de http://us.imdb.com/name/nm0190859/

  • Musset, A. (2007). Entre la ciencia ficción y las ciencias sociales:el “lado oscuro” de las ciudades americanas. 33 (99).
  • 3 comentarios:

    1. No sé si entendí bien lo que pusistes, pero el hecho fue ese,aunque si te fijas,siempre marca una distancia clave entre el humano y el ente robot.si lees a Jenette Whiterson(espero no equivocarme en su nombre) verás que da ese último paso y los iguala. Seguiré escribiendo de vez en cuando, yo estare atento a este blog, espero que te gustara el mío

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    2. Si quisieras te podrías hacer seguidor, al mío le he hecho ya bastantes retoques, pasate y verás los cambios.Solo si quieres claro

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    3. Veo las mejoras, hay que darle algunas manillas más de pintura =P. Hay que introducir algunas entradas, aunque el tiempo no es amigo de nadie, bueno salvando a los ricos y a los felices.Te propongo una cosa, hacer nuestros blogs más públicos, anunciándolos en redes sociales como facebook ¿Te parece buena idea? Espero tu respuesta

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